
El otoño ha llegado, lento, cansado.
Igual que arranca las hojas doradas que van desprendiéndose de los árboles, me ha arrastrado a mí también. Me siento como una de esas hojas, que se ve atrapada en un remolino de aire, dando vueltas sin saber qué ocurre o hacia donde se dirige. Sin saber salir, sin poder hacer nada más que estar a merced de algo que la domina y la zarandea, despojándola de todo control posible.
En ese frágil estado me siento, como si no pudiera evitar que de un momento a otro esa corriente pudiera romperme, como si realmente fuera una hoja seca y quebradiza. ¿Qué siente una hoja al ser arrancada por el viento de otoño? ¿Qué tipo de pánico debe sentir al ver que se precipita al vacío, sin saber qué ocurrirá después? Y justo entonces, la corriente la atrapa y la aturde, jugando cruelmente con ella, como un niño con una lupa apuntando a una pequeña hormiga.
No entiendo nada, me encuentro confusa y desorientada.
Sólo espero que esto termine pronto, y poder salir de este remolino de aire que me tiene atrapada...
2 comentarios:
Cariño, sabes que eres fuerte. Y que de todas formas, no vas a estar sola, sino que en ese remolino siempre habra, al menos 2 manos que iran hacia ti para ayudarte. No te caigas, continua. Te queremos mucho ;)
BEsos preciosa! TQ!
El viento siempre va a estar ahí, haciendote volar por los aires y torturandote por toda la eternidad.
No te concentres en como te hace sentir, en ese sentimiento de desconcierto y dolor, pues no traerá solución y solo conseguirás acabar arrastrada aún más lejos.
Preguntate a donde quieres ir y como puedes llegar, y una vez encontrada la respuesta llevala a cabo. No es inmediato, no es facil, pero es una buena solución.
Intenta ser tan pesada y dura como haga falta para no ser arrastrada. Haz que el viento se sienta ridículo.
Pero ante todo, quierete.
Se que el otoño no es nada para ti y puedes comertelo con papas si te lo propones. Confio en ti.
Estoy contigo.
Publicar un comentario